JULIO CÉSAR TELLO ROJAS. SU LEGADO EN EL SIGLO XXI (BORRADOR) F. Federico Fujita Alarcón
JULIO CÉSAR TELLO ROJAS. SU LEGADO EN EL SIGLO XXI
F. Federico Fujita Alarcón.
Introito.
La presente nota, pretende de forma simple y resumida, mostrar el contexto de formación, y vida académica y profesional del doctor Julio César Tello Rojas, el fundador del Museo en el año 1919 bajo la gestión representada por el doctor Javier Prado.
La siguiente parte es un somero compendio sobre el legado dejado a la universidad y a la institución que se creó y se mantiene no sólo como el repositorio de bienes materiales, sino también como un centro de investigación y difusión en tres niveles como son las exposiciones temporales y las versiones de las permanentes; las diversas publicaciones impresas entre ellas las de bandera como Arqueología y Sociedad, y Cuaderno de Investigaciones del Archivo Tello, Cátedra Tello, y las publicaciones que se producen y las que se auspician. Además se cuenta con los ciclos de capacitaciones, los ‘Miércoles Arqueológicos y Antropológicos’ y otras acciones eventuales y continuas como medio de contacto entre la comunidad científica y la comunidad general; y ahora con el programa ‘Conversando para Conservar’ de una hora en el canal web de culturas del Centro Cultural donde se encuentra su sede actual.
Pero continuemos con vuestra indulgencia.
El Hombre detrás del Proceso Histórico.
En el ámbito semi rural de Huarochirí[1], un domingo 11 de abril de 1880 y con la patria convulsionada por el divisionismo típico de los peruanos y por la guerra con la hermana república de Chile nació Julio César Tello Rojas en un hogar acomodado; luego de respirar el aire y el paraje en estos ámbitos fue pronto a estudiar a Lima en el colegio de Nuestra Señora de Guadalupe en la recién reconstruida Universidad de San Marcos, donde ingresó en el año 1900 hasta el año 1909 en el ínterin trabajó para estudiar y vivir en la Biblioteca Nacional bajo el auspicio de Ricardo Palma, con Sebastián Barranca y como conservador del Museo Raimondi, en una época que imperaba (y aun impera) el racismo, el machismo y los resabios del caudillismo que de alguna manera el mismo reprodujo.
Entre 1909 y 1916 después de graduarse como Médico fue becado por el gobierno de Leguía, viajó por Europa y Estados Unidos de América adquiriendo conocimientos complementarios como la organización de las universidades, gabinetes y museos; en 1917 participó por su región natal como diputado y amparado por el Partido Nacional Democrático representado por José de la Riva Agüero, los Futuristas como eran conocidos tenían como ejes centrales la construcción de una Nación, la Descentralización del Estado Peruano y el rescate de los aportes Andinos. En 1918 dictó cursos de Arqueología en nuestra casa de estudios y se doctora en Ciencias Naturales.
En 1919, bajo el auspicio del Rector de la Universidad de San Marcos, don Javier Prado y Ugarteche[2], constituyó el Museo de Arqueología de la Universidad de San Marcos en el viejo patio de los Novicios o de los Naranjos o Letras; ya en 1923 pudo dar clases como Catedrático y asumió la Dirección del Museo de Arqueología con carácter estatal, y aparentemente en esta época realizó un sustento ideológico relacionado con Leguía[3], luego del golpe de estado que derrocó a Leguía, fue inmediatamente cambiado por Luis Valcárcel; Tello reúne a su equipo en Pachacamac e hicieron el juramento de ser leales a la ciencia a pesar de todo.
En estos momentos hay que abrir un paréntesis para definir una aproximación a los conceptos de vida del doctor Tello. Él tuvo que lidiar con un racismo fuerte y que en cierta medida aun es presente en el Perú, así mismo tuvo una crianza machista fomentada por la parte femenina de la familia, quien por lo general es la más tradicional[4], y ello explicaría su actitud paternalista y su inclinación por el poder fáctico y ejercerlo lo cual le llevaría a estar muy ligado a estructuras de poder o a generarse sus propios espacios laborales. Aristóteles mencionó la palabra de Zoon Politikon, la persona es un animal político, y que todos siempre es parte de una posición ideológica que se manifiesta en las propuestas de creación y recreación del Mundo, en esa explicación del presente y futuro que sirven de sustento de la política, y que ya era un asunto maduro en Tello y su gente.
Hacia 1940 la zona de Lima sufrió un severo terremoto y la sede la Universidad, y del Museo, conocida como La Casona de la Universidad no fue ajena a ello; las colecciones se guardaron. Hacia el año 1945 el doctor Tello logró concentrar casi todas las colecciones arqueológicas prehispánicas oficiales en el novísimo, en ese entonces, Museo Nacional de Antropología y Arqueología, de esta constitución de acervo fue exenta la de la Universidad que fue depositada en esos recintos en calidad de temporal.
En la noche del 3 de junio de 1947, falleció Tello en el hospital Arzobispo Loayza.
El Legado de Tello visto en el Siglo XXI.
Legar o heredar, es en primera instancia tener la esperanza y el deseo de una persona trascender más allá de una situación o de la muerte misma mediante cosas como inmuebles o muebles, o también de forma inmaterial como es el pensamiento. Adir una herencia o legado no sólo es el compromiso de aceptar las pautas de un legador, sino también de usufructuar lo recibido y con el compromiso de no perderlo, y de ser posible acrecentarlo.
En virtud de lo escrito arriba, el Museo de Arqueología como las otras instituciones y asociaciones fundadas por Tello y su gente heredaron muchos bienes y estos han sido transmitidos de una forma u otra los componente de las sociedad como parte de la creación de la Identidad Histórica.
El Museo ha venido promoviendo las investigaciones de campo tanto a nivel antropológico como arqueológico; estas se reflejan por medio de los bienes muebles o de los registros en especial de las exploraciones y las excavaciones de los proyectos y programas arqueológicos; y estas son analizadas bajo las perspectivas de contextualizar, o de recontextualizar colecciones de los propios fondos del Museo; también apoyando y orientando a los investigadores asociados y visitantes; otras proponiendo líneas de investigaciones como el Programa Craig Morris, etc… que se ven definidos en guiones expositivos de forma creativas.
También el Museo tiene las cualidades básicas y fundamentales de repositorio y conservación de los bienes muebles custodiados, por lo cual tiene una política adecuada y propositiva; por otro lado también parte del legado y de lo que se tiene en uso es el inventario digitalizado y sistematizado de las colecciones al igual que el fotográfico generando bancos de proyectos y de datos como son los archivos y entre ellos los documentos de registro y administrativos que ahora se le conoce como Archivo Tello.
Así como también unas de las actividades finales de todo museo son las publicaciones y difusiones del conocimiento. Mas las otras finalidades del Museo se encuentran, bajo la actual gestión abocada a la recuperación de la ciencia y tecnología de orígenes prehispánicos, coloniales y republicanos basados en un análisis interdisciplinario de las manifestaciones de la realidad en lo que llamamos Perú en su proceso productivo y reproductivo de la sociedad, y en la generación de la identidad regional y nacional; y sobre todo en el resultado del Proceso Histórico que denominamos Identidad Histórica Nacional.
[1] En aquella época los colegios como el Guadalupe, el Lima-San Carlos y el Santo Toribio enseñaban las mismas materias adecuadas para iniciar los primeros cursos de la Universidad; no se necesitaban estudios alternos para pasar del nivel de instrucción básico a superior.
Es entre los años setenta y ochenta que se ponen de moda las ‘academias pre-universitarias’ como nexo entre ambos niveles de instrucción, que comenzó para alivianar un distanciamiento entre ellas y luego se convirtió en un verdadero negocio desde mediados de los años 90 del siglo XX.
[2] Javier Prado y Ugarteche fue doctor en derecho y luego en Letras, también fue honrado como Maestro de la Juventud en su periodo como Rector, y fundó dos los primeros museos universitarios que existieron en el Mundo. Por otro lado tuvo mucha actividad política como presidente del Partido, embajador plenipotenciario, ministro de Relaciones Exteriores; participó en el golpe de estado contra Guillermo Billinghurst. Su nombre ha servido para bautizar el Museo de Historia Natural y una avenida principal en la Ciudad de Lima.
[3] Tello publicó su texto sobre Wiraqocha, en la época que fue nombrado como Director del Museo de Arqueología por Leguía quien fuera presidente constitucional y golpista; y es en esa época que también se le motejaba como Wiraqocha a Leguía que tenía un corte populista con la población indígena como declarar el día de la raza. Pero su política interna conllevó una fuerte explotación de gran parte de nuestra población de la sierra y la ignorancia de nuestra población de la selva.
[4] Tello dejó las riendas del grupo a su discípula y protegida a doña Rebeca Carrión Cachot; no sólo por ser una de las personas más capaces de sus seguidores, sino también que era una mujer que podía transmitir el legado y la tradición.
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