sábado, 23 de abril de 2016

Las influencias empíricas y preclaras en el Aprendizaje: Docencia en la actualidad

Las influencias empíricas y preclaras en el Aprendizaje: Docencia en la actualidad


Arqlo. Fernando Federico Fujita A.[1]
« ¿Por dónde empiezo?... ¿qué les cuento?» (Lumbreras 1985)
¿En qué pienso cuándo inicio una clase? ¿Cómo artículo una clase con las anteriores o las que vendrán? ¿Cómo puedo proyectar o hacer trascendente el motivo de una clase particular o el meollo del curso? Son las preguntas que siempre pongo en juego en mi cabeza cada vez que inicio una clase sino es al inicio de un ciclo de aprendizaje.
Pero antes de continuar quizás deben saber que primero debo hacer una contextualización de mi experiencia, cada vez más probada y contrastrada, antes de poder usarla para emplearla como base de mi proceso de mi relación enseñanza – aprendizaje como diría nuestro docente Jorge Pedraglio (Pedraglio, 2016).
Como he señalado a veces reflexiono cómo aprendí, y lo que aprendí en la Universidad, y de la misma forma cómo me fue en el colegio, y pienso que uno trasmite experiencia, provocar curiosidad; quizás a manera de emular a mi profesor (y amigo) Luis Lumbreras (Lumbreras, 1985) en una clase magistral del ciclo propedéutico que llevé en los primeros meses lectivos en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos he presentado el presente epígrafe que representa eso: el primer paso de un ordenamiento del conocimiento empírico que deja de serlo para convertirse en conocimiento académico y científico, ordenado y sistematizado (Fujita, Fernando, 2016).
«No dark sarcasm in the classroom Teachers leave them kids alone» (Pink Floyd, 1979, 1982)
Para comenzar debo señalar que la instrucción que recibí en primaria y secundaria fue en un colegio de la diócesis que luego de muchos años fue vendida al grupo  a una corporación bancaria. Para muchos la etapa colegial es un momento feliz, para mí no lo fue, pues para comenzar todos éramos tan grises como ratas de desagüe y lo mismo ocurría por lo general en casi todos los cursos que recordarlos parece un video basado en la canción «another brick in the Wall» de la banda inglesa Pink Floyd; día tras día, semana tras semana, mes tras mes, años tras años, prácticamente era lo mismo: repite-memoriza-aprende-memoriza-no cuestiones-repite cortando toda creatividad[2]; toda cuestión era impensable y más aun cuando se tiene un profesor  de secundaria que impartía las matemáticas (aritmética, álgebra, nociones de geometría euclidiana, etc…) su cara la  recuerdo, pero no su apellido, con él nunca pude comprender las normas y las reglas de tal ciencia, prácticamente me hacía sentir inútil que no podía comprender nada cuando solicitaba mayor explicación y me remitía a los ejercicios de la afamada colección Baldor; es decir ante la duda nada mejor que la repetición hasta llegar a una epifanía al desgranar cual rosario todos los ejercicios del tema, dicha epifanía nunca llegó. En contraposición de una de mis inclinaciones dejé en esos momentos de intentar ser un astrofísico[3].
Sin embargo, se abrió otro camino, desde la perspectiva del interés particular mío que en un contexto general fue que parte de mis vacaciones primariosamente infantiles las pasaba en el norte del Perú, en Zaña que es un pueblito lleno de una variabilidad cultural e interculturalidad semejante a mis barrios bajopontinos donde también se percibía lo que ahora conozco como Patrimonio Cultural por medio de las evidencias y restos coloniales y sobre todo prehispánico, los que los percibía sensorial e inconscientemente en mis correrías entre el Cerro Corbacho, el río y la Otra Banda. Más adelante tuve la suerte de viajar con mis padres por buena parte del país, y donde llegáramos era habitual visitar algún sitio arqueológico y/o colonial, y de haber museos, pues museos; en esas actividades comenzó a germinar lo que es mi profesión básica: Arqueología.
¿A qué viene todo esto? Se preguntará, pero la conexión viene con la reflexión que también obtuve en los cursos de Historia (del Perú y Universal) pues el profesor[4] le interesaba que nosotros entendiéramos el proceso histórico en su contexto en vez de repetir nombres y fechas, para ello nos hacía preguntas dirigidas, exámenes de razonamiento y nuestras fichas de trabajo de nivel universitario, además en el contexto social y político de ese entonces se propiciaba un dialogo y debate entorno a las posiciones particulares de cada uno frente a la Asamblea Constituyente de 1978-1979 y siempre buscando la sustentación de las ideas mediante argumentos válidos; algo parecido sucedió con la efervescente campaña electoral de 1980 donde se consolidó mi posición política y se cimentó mi posición teórica. Este ejemplo de profesor y su clase me ha servido de modelo no sólo para mis charlas, mis clases y escritos, también cabe recordar que en las Universidades en que me he hallado[5] e ido acrecentando esta idea, en principio intuitiva, pero luego reconocida y afirmada ya no empíricamente sino de forma académica.
«¿Cómo quisiera definirme como persona?...mmm…Ser un eterno estudiante» (Fujita circa 1987)
Hace mucho tiempo atrás, a finales del milenio pasado, en una reunión de café habitual al grupo de estudiantes universitarios que pertenecía nos hicimos la pregunta de éste capítulo del tipo ¿qué quisieras ser de grande? Y mi respuesta intuitiva entonces ha ido tomando cuerpo cada vez más en el buen sentido socrático (Savater, 2016)[6], es decir, conforme he ido profundizando en conocimientos y competencias he percibido que lo que sabía es ínfimo a lo actual, que el conocimiento se multiplica cada vez más rápido a un ritmo exponencial y que siempre es necesario y deseable aprender más, y no por estar actualizado sino por la curiosidad asombrada de los fenómenos que percibimos y su realidad. Además, he comprendido la existencia de la Ley de la unión y lucha de los contrarios (Marx, Karl y Engels, Friedrich, 1980)[7] que es representada por el conocimiento que siempre debe ser puesto a prueba de forma constante y en dos niveles, entre el observador y la realidad, y entre los maestros y los alumnos cuando colaborativamente crean y recrean la información que es transformada en conocimiento. Ello me aproxima a los trabajos de Lev Vygotsky cuando se comprende que el entorno social puede influenciar al individuo, así como la presencia del docente como un tutor que guía sutilmente a los estudiantes.
Recapitulando, muchas veces éste conocimiento fue construido de forma autónoma y de forma extracurricular la cual lo volqué, junto con otros compañeros cuando participamos colectivamente y dirigimos el cambio curricular que dejó experiencias positivas y negativas transformadas y transformadoras; en ello ha sido vital la retroalimentación o relación dialéctica que lo hemos visto en la construcción del conocimiento entre el Maestro y el Discípulo, lo cual he de reconocer que me aproximo mucho al trabajo realizado por Brunner y Piaget sobre todo lo que representa el estudio del individuo, propiciando la curiosidad y la imaginación[8] que es guiado con «preguntas topográficas» en la consolidación y creación del conocimiento.
Ahora bien, también he comenzado a practicar la identificación del público objetivo, los alumnos y los tipos en que podemos segregarlos para aplicar las estrategias necesarias para entablar esa empatía necesaria y las características de los individuos (Alvarado, Liliana; Bretel, Luis y Maclenan, Ana Cecilia) por lo cual desde la actual perspectiva del módulo de Diseño Instruccional, también he descubierto que participo de unas posiciones como el ordenamiento del dato y la información, manifestado en los párrafos anteriores, como los planteados por Cagné relacionado a la influencia y trabajo social, a veces, sí a veces debo confesar, estructurado, conocimiento que debe ser  dialécticamente retroalimentado, así como una presencia sutil, pero atenta, del docente que debe supervisar constantemente.

Referencias

Alvarado, Liliana; Bretel, Luis y Maclenan, Ana Cecilia. (s.f.). Universidad Tecnológica del Perú., Maestría de Docencia Universitaria y Gestión Educativa.
Fujita, Fernando. (Enero de 2016). Investigación Académica. Lima, Perú.
Lumbreras, L. (mayo de 1985). Introducción a la Arqueología. Ciclo Propedéutico de Ciencias Sociales Universidad Nacional Mayor de San Marcos. (F. Fujita, Entrevistador)
Marx, Karl y Engels, Friedrich. (1980). Obras Escogidas. Moscú, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas: Progreso.
Pedraglio, J. (abril de 2016). Liderazgo. Escuela de Postgrado de la Universidad Tecnológica del Perú., Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa, Lima.
Pink Floyd, B. (1979, 1982). Another brick in the wall. Inglaterra.
Savater, F. (2016). La aventura de pensar. Debate.

                                                                              


[1] Docente en la UTP guiando básicamente el curso de Investigación Académica, así como Ciudadanía y Reflexión Ética. fernando_fujita@yahoo.es  c15140@grupoutp.edu.pe
[2] En mi caso no fue precisamente poesía, mas sí con respecto al Origami en un momento de descanso.
[3] Pero aun observo el cielo, sus fenómenos y leo sobre la astrofísica.
[4] De él si me acuerdo de su cara y nombre, es el actual sacerdote Manuel Peña.
[5] Universidad Alcalá de Henares y la Universidad Tecnológica del Perú.
[6] Solo sé que no sé nada, frase que se le atribuye a Sócrates.
[7] Planteada por Karl Marx y Friedrich Engels.
[8] A veces percibo que las personas tienen muchas veces las respuestas reales y concretas a muchos temas, solo que ellas lo manifiestan de forma empírica y superficial, y que luego de una reflexión lo pueden expresar recién en un lenguaje académico.

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