(https://www.facebook.com/fernandofederico.fujitaalarcon/posts/10153986153561800)
Es de notar muchas veces que los docentes hemos perdido el sentido de la realidad…¡no!...¡no es que nos hemos vueltos locos o zombis de pasillos de repente¡…¡no!…lo que sucede es algo simple… dejamos de percibir la realidad en lo cotidiano, y esto se refleja en la actitud con que nos aproximamos a los alumnos, en que los cosificamos como seres exclusivamente en cerebros-recipientes que deben asimilar y asumir nuestros conocimientos sin tomar en cuenta algo que los hace comunes entre ellos y ellos con nosotros, que somos seres humanos con muchas necesidades y sueños.
Uno de estos sueños es reconocer que el motor de una Universidad es la Investigación Académica (I.A.) que se manifiesta en la creación y la recreación del conocimiento y que para lograr alcanzar estos ideales debe contar con algo fundamental, personas, entre ellas los alumnos y los docentes.
Como he señalado líneas arriba parte de la I.A. también entraría en identificar, como docentes, el tipo de personas que son nuestros alumnos, sus necesidades y sus particulares formas de adquirir la información y generar conocimiento, ergo, lograr esa materia que a partir de la Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa (1) la conocemos formalmente como Aprendizaje en torno al alumno ésta aproximación nos permite también evaluar nuestra experiencia como alumno y los profesores que nos motivaron (2) y qué es lo que queremos ser y qué es lo podrían esperar de nosotros como educadores; dichas preguntas nos llevan a reflexionar y cambiar de perspectiva nuestras conexiones con la mayoría(3) de nuestros estudiantes, estas permutas nos exigen a su vez plantear (¡y a veces replantear!) estrategias para lograr con ellos construir conocimiento que es el fin de toda casa de estudio.
Por ejemplo, frente a una clase típica monodireccional del maestro que verticalmente infunde, trasmite y siembra saberes para el futuro sin tomar en cuenta que el «terreno» no está en condiciones para germinar porque no ha sido abonado con la curiosidad que representa a la especie humana en dos preguntas, el cómo y por qué, y además satura el «terreno» con un exceso de información procesada que se evaporará rápidamente al no estar vinculada a la experiencia de vida de los estudiantes ni a las circunstancias actuales que los motiva. Lo opuesto sería identificar algo que motive a la mayoría de los estudiantes a darse cuenta que pueden generar aportes concretos e interesantes a partir de lo que se denomina saberes previos y de sus experiencias cotidianas, compartirlos y definirlos en debates que puede involucrar un tercio de la sesión de trabajo, y a partir de estos elementos el docente recién explica y formaliza la clase con sus conocimientos y las preguntas orientadoras o topográficas como mecanismo dialéctico (4) reafirmando el conocimiento, y para cerrar ¿cómo comprobaremos si realmente han aprendido? Pues, mediante las evaluaciones con objetivos concretos y cuando los estudiantes explican los temas de forma adecuada con elementos del presente.
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1) La Maestría de Docencia Universitaria y Gestión Educativa es uno de los principales componentes de la Escuela de Postgrado de la Universidad Tecnológica del Perú, la UTP.
(2) El aprendizaje debe recordarse que se encuentra relacionado con las emociones, y por ende, puede ser buena si tuvimos una buena guía o mala si tuvimos una negativa experiencia.
(3) A veces no se logra una conexión con algunos alumnos porque aún no se ha logrado estimularlos adecuadamente por diversas razones circunstanciales como problemas en casa, están inmersos en otras actividades en la universidad, exámenes, etc. o porque como docente también podemos traer nuestros problemas a clase.
(4) También conocido como retroalimentación. Este tipo de relación permite mejorar el conocimiento y las competencias de los estudiantes, y de hecho, del docente al contrastar su percepción de la realidad.
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